17.9.10

Una historia feliz



Una mañana de julio, compramos las cartulinas que, muy amablemente, cortaron los amigos de Gráfica computada.



Después, durante varios días, nos pusimos a plegar.



Y a plegar...



Hicimos ranitas,



abanicos,



tallos,



y más figuras. Una mañana, surgió la idea de las tarjetas con un pliegue.



Pensamos una forma práctica de entregarlos.


Empaquetamos todos los origamis un domingo de agosto.



Al día siguiente, un flete se los llevó rumbo a las vidrieras de Sabrina.

Nuestros Origamis es sí.